domingo, 3 de octubre de 2010

Tras un largo parón de más de una semana me dispongo con energía a subir un nuevo post. Es cierto que he tenido que trabajar duro estos últimos días, y eso que me han anunciado mi despido, improcedente claro, pero hasta que se haga efectivo lo mejor que puedo hacer es seguir trabajando con normalidad y después ya veré lo que hago. Se me puede acusar de que no tengo perspectivas sólidas de cara al futuro o algo parecido, pero la verdad es que yo conozco los motivos para seguir trabajando normalmente y eso es algo que tu como lector desconoces. Pero bueno... esto es una escusa, nada más, y me parece que no te debe importar lo más mínimo.

El que no haya subido entradas con regularidad últimamente no significa que me hubiera olvidado de mi bitácora, nada más lejos de la realidad, ya que os anuncio los siguientes proyectos:

   Estreno canal en youtube: http://www.youtube.com/FenderBallena
   Próximo estreno de mi blog dedicado solamente a poesía
   Próxima serie de post en Hola Chavales dedicados a la ecología

Estos son solo unos avances. Por cierto, os agradecería que de vez en cuando dejarais un comentario para ver que tal lo estoy haciendo hasta ahora o por saber de vosotros.

Ahora os dejo unos cuantos poemas para que los disfrutéis:


El viento de la espiga

Donde está el amigo
que busco por doquier.
Cuando apunta el día
mi inquietud también aumenta.
Cuando muere el día
lo busco todavía.
Aunque el corazón me abrasa
yo voy siguiendo sus huellas
en cualquier brote de vida;
el aroma de la flor...
la esbeltez de la espiga...
En el suspiro que lanza
y en el aire que respiro
esta presente su amor,
y oigo cantar su voz
en el viento de la espiga.
Berlanguillo
De nombre, Berlanguillo.
De piel jabonera.
Como toros que mueren…
Ficha de toro cualquiera.
Con quinientos treinta y ocho kilos
¡Que son… lo que era!
Bajonazo entre la frente
 Y fin entre maderas.
La gente entusiasmada
Y el animal con braveza
Jadea un suspiro
De humana llaneza.
Berlanguillo se levanta
Y el pañuelo rápido se guarda.
Berlanguillo en la plaza
Ha echado su ancla.
El torero le parece un sol
Pero ya sin su crepúsculo,
En su lugar porta brillante filo
Con forma de muerto nudo.
Berlanguillo sube al cielo
Dejando abajo los muros
Toro que vuela sin miedo
Riéndose de los cazurros.

Amor eterno
El tiempo nunca se detiene…
Los lugares nunca son iguales…
Y todo acaba pereciendo…
 Menos nuestro amor...
Allí donde alcanza su fondo
Es donde más eterno se mantiene.

Soñando
Cuanto rato tenemos que estar
Caminando ciegos y soñando,
De arriba  abajo sin pararnos,
Volando sin ver la orilla del mar.
Hasta que tus ojos penetrantes
Me alcanzaron por casualidad

Y caía con las rodillas magulladas,
Cuando me rendía una y otra vez. 
Para volver al ancho andar
Que me encaminara hacia ti,
Varada en el puerto, feliz,
Que dura un sueño hasta despertar.   

Mira hacia a atrás, amor.
¿Ves los parajes y sus gentes?
Como si aquello hubiera sido
Lo que nos separaba de todo.
Qué recuerdos imborrables,
Con tu reflejo en mis ojos orquestados.

Después de haberte besado,
Volvería a despertar una y otra vez.  

Mientras miro las nubes os recuerdo
Miro a las nubes durante horas muertas
Desde la ventanita, no pequeña pero muy amada,
Y las veo pasar abyecto, sentando sin salir fuera.
Me pregunto si alguien me recordará a veces,
Si se acordarán mis amigos o mi padre
De alguno de tantos momentos buenos
Que para mí son imborrables.
Es curioso que en todos esos recuerdos, los mejores de mi vida,
Siempre esté presente en mí una ingente calma,
Algo parecido a lo que no vemos cuando miramos el horizonte,
Cuando por ejemplo vi por primera vez el mar,
Era verano y mis padres y mi hermano desde una Citroen C15 me decían,
-          ¡Mira “Edu” el mar, que grande! –
Mientras esperaban a que me emocionase por dentro se reían, 
Y supe al instante que esa enorme masa de agua
Era algo más, porque entró en mi toda su naturaleza
Como si ya lo hubiese visto antes.
¡Qué momentos tan imborrables!
Ahora me emociono. Solo recordarlo hace falta para sentirse a gusto.



La triste vuelta a casa
Aun perdura la caricia morena de las costas.
El suave suspiro de las sierras lejanas.
Las prendas finas y los tatuajes de gena.
El recuerdo que intentamos seguir siendo. 
Pronto veré a mis amigas las hojas
Desprenderse de la vida que abrasa
Y que me hace soñar con la fuerza de lo palpable
Con orillas tibias y nuevas plazas.
De la misma forma desaparecerán
Las cicatrices por el sol prestadas,
Que hoy paseamos por las verticales ciudades
En aquel gesto de indiferencia hacia el dolor.
Caminos, parques y aceras de rojo se teñirán
Entre los amores olvidados que revivieron
Al contemplarlos por el retrovisor del coche
Durante el triste camino de vuelta a casa.

Eduardo Pulido González

domingo, 19 de septiembre de 2010

Comentarios para Eduard Punset

Hace poco leí en el blog de Punset un artículo que reflexionaba acerca de los motivos que hacen que las personas seamos en ocasiones tan reacias a aceptar cambios en nuestras costumbres sociales y nuestra cultura. Eduard Punset venía a decir algo así: las leyes naturales del ser humano le hacen formar ciertos patrones de comportamiento en sus primeras etapas de vida, que luego de mayores se convierten en leyes inquebrantables en nuestro día a día, aunque argumentaba esta afirmación con varios ejemplos, no muy claros, que va mezclando y en los que utiliza personajes de la talla y autoridad de Einstein, Newton y Darwin (casi toda la ciencia moderna); para después finalizar diciendo que no entiende como la gente puede estar a favor o en contra de los toros, si personajes tan inteligentes como los anteriormente citados tuvieron que abstraerse de todos los convencionalismos para desarrollar sus teorías. Que quede claro que después de concluir su artículo, Punset no dice nada acerca de su opinión propia acerca de si deberían prohibir o no las fiestas taurinas.


Les copio el artículo completo para que saquen sus propias conclusiones, y copio también algunos comentarios de otros lectores que me parecen muy buenos ejemplos de la realidad ideológica tan contrastada que hay acerca de este tema.


Autor: Eduard Punset 22 Agosto 2010
A veces cuesta admitir que existen distintas dimensiones y que no somos capaces de ver las cosas de manera diferente a la que estamos acostumbrados, ya sea por nuestra cultura y la de nuestros familiares o por esa especie de moral innata que precedió a las religiones. Vivimos rodeados de ejemplos de visiones que hemos heredado o nos han transmitido, y nos resulta difícil considerar que las cosas pueden no ser como las vemos en un momento o a una edad determinada.
A los dos años nos movemos en la cuna como si en el mundo sólo existieran dos dimensiones: para adelante y para atrás, para la derecha o la izquierda. Luego, algo más tarde, si osamos subirnos a la barandilla y nos caemos al vacío, habremos aprendido gracias al porrazo que existen tres dimensiones espaciales: para adelante, para atrás; a la derecha o a la izquierda y para arriba o para abajo. Estaremos disfrutando de una dimensión adicional a la de un gusano que está condenado a moverse sólo en dos dimensiones: para adelante o para atrás y para la derecha o para la izquierda.
Dos años más tarde se produce un salto adelante sin precedentes: de pronto descubrimos que, además del espacio, también existe una dimensión temporal; se trata de un descubrimiento que cambió para bien nuestras vidas. De repente somos conscientes de que algo ocurrió en el pasado y de que, si me comporto de una manera determinada, ocurrirán otras cosas en el futuro condicionadas por ese comportamiento. Sin haber leído a Darwin empiezo a entender lo que es la evolución a los cuatro años.
En la escuela me enseñarán luego que los más grandes sabios han opinado de modo distinto sobre un hecho tan fundamental como el de la dimensión espacio-tiempo. ¿Existe algo realmente más importante que ser consciente de cómo nos podemos mover en el espacio y en el tiempo? Nos va en ello sobrevivir a una caída en el espacio o pegarnos de bruces contra la pared.
Pues resulta que los sabios más inteligentes del mundo –el caso de Isaac Newton y Albert Einstein– han tenido opiniones muy divergentes sobre la dimensión del tiempo, que para el primero era absoluta e idéntica para todo el mundo, mientras que para el segundo variaba con la velocidad y la masa. En eso tenía razón Einstein y, con toda probabilidad, la tienen los físicos teóricos que en la actualidad están sugiriendo que pueden darse hasta nueve dimensiones distintas a niveles microscópicos.
En verdad me produce un asombro hilarante o una incomprensión infinita –me resulta muy difícil no cerrar los ojos y exclamar: “¡Cómo puede la gente estar tan segura de lo que dice!”– escuchar a tantos amigos proferir condenas sin recurso contra los partidarios o no partidarios de las corridas de toros. Si las leyes de la física han querido que hasta un niño de cuatro años intuya lo que es la evolución de una situación a otra, de no contar para nada la dimensión temporal a ordenar su vida en función del pasado, presente y futuro, ¿por qué se arremete sin pudor contra los que también constatan otras dimensiones en nuestra relación con la fiesta nacional o los que no constatan ninguna nueva?
Estamos a punto de lograr que se introduzca paulatinamente el aprendizaje social y emocional en nuestros sistemas educativos; paralelamente, los mayores, en primer lugar, los jóvenes, después, y los niños, finalmente, deberían familiarizarse con la nueva disciplina del desaprendizaje. “A lo mejor –se dijo Einstein–, el tiempo no es absoluto”.


Mi propio comentario
      
Seguramente no haya sacado ninguna conclusión lógica acerca del artículo nadie al leerlo, ya que en él se mezcla gratuitamente el espacio-tiempo, la evolución y los pitos y las flautas para terminar sin dar una valoración propia y personal del autor acerca del tema principal del artículo, que sin duda es el enfrentamiento social que están ocasionando las fiestas taurinas.
Lo leo y lo leo, y no llego a nada, pero cuando ya estaba cansado levanté la mirada y me di cuenta de la intención de este hombre tan refinado: mantener la tensión en su web, no dejarse devorar por el movimiento de la evolución literaria, seguir en la cresta de la ola para vender muchos libros y así poder darse sus caprichitos de mente intelectual.
Solo he leído detenidamente un post de Eduard Punset, que es este, pero he visto por ahí que tiene otro que se llama: “Hacen falta cinco disculpas para resarcir un insulto”, pues bien, le pediré cinco disculpas al señor Punset para que cambie la mala imagen que me he hecho de él al leer este post, y le pediré también que deje por fin a un lado la ciencia en lo que concierne a sus pretensiones económicas, para que la ciencia la explique quiénes la tienen que explicar, los científicos y no los juristas o economistas como por ejemplo Eduard Punset.



Comentario de Carmen Elisa Pinto da Silva Roma: 10 Septiembre 2010 a las 9:21 pm
“Ante que nada la vida” como decía Viktor Frank. A mis años, (72 años), he arribado a la conclusión que el único principio que debe regir nuestra vida es “no hacerle al otro lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros” y apoyados en este valor darnos permiso para dudar de todo lo que nos imponen, venden, exigen y así vivir la vida que nos tocó en suerte. Tratar de verla a través de los ojos de los otros/as, de sentirla con la piel de cada uno de los seres con quienes compartimos nuestra existencia y jamás dejar de buscar la verdad porque tenemos como testigo a la Historia, que desde la noche de los tiempos, está jalonada de erróneos axiomas que continuan desangrando a la humanidad y nuestro ecosistema.
Fraternalmente Carmen. (Uruguay)
  
  1. Comentario deAlbacity: 7 Septiembre 2010 a las 10:27 pm
A mí lo que me alegra de leer este tipo de artículos es la posibilidad de desaprender posibles malas conductas, como por ejemplo pensar que alguien inteligente y que habla tanto de inteligencia emocional ha de ser, necesariamente, sensible al sufrimiento animal, reacio a las costumbres rancias y absurdas de un pueblo incapaz de hallar valores más positivos con los que identificarse culturalmente, y mezclar vilmente churras con merinas en un intento de ponerse de lado de los defensores de “la fiesta nacional”.
Yo si he aprendido algo después de este artículo, que el ser humano puede llegar a ser algo realmente decepcionante cuando trata de justificar sus peores instintos. Desde luego, cada vez se hace más imposible admirar realmente a alguien por su capacidad de razonar. Supongo que al fin y al cabo solo somos personas.
Al menos podía haber utilizado otros argumentos, o redactar un artículo más valiente y directamente relacionado con su opinión hacia la tauromaquia, con lo que usted considere bueno o malo de ella. Porque utilizar la ciencia y los descubrimientos de otros científicos para acabar “colando” una postura medio favorable hacia los toros me parece demasiado cutre teniendo en cuenta su capacidad de razonar y exponer argumentos.
Si pretendía hacer reflexionar acerca de por qué nos cuesta ponernos en el lugar de los otros… pues debería saber que como anti taurina yo siempre me he puesto en el lugar del toro, que a fin de cuentas me parece mucho más noble que el que se entrena solo para matarlo. No es falta de empatía, es hacer un buen uso de ella.
Por otro lado, recordar que las conductas violentas hacia los animales, con los que compartimos muchísimas cosas y a los que les debemos mucho, no es más que un triste reflejo de nosotros mismos y de nuestra falta de humildad hacia los que no son exactamente iguales a nuestra especie. Y esa actitud se refleja también hacia razas, clases sociales y sexo opuesto al nuestro.
Si la falta de tauromaquia aumenta la violencia, entonces apaleemos a los animales de compañía antes de pagarlo con nuestra pareja, abandonemos perros en las carreteras antes de olvidarnos de nuestros ancianos. Así, en vez de desaprender la violencia y desprendernos de ella, la volcamos en las demás especies y seguimos alimentando nuestra visión egocéntrica de seres superiores.
Con un poco de suerte crearemos nuestra propia teoría de la des evolución.

JESUS SE CASA!!!

Hola chavales; espero que os gusten la fotos





FELICIDADES JESUS

sábado, 18 de septiembre de 2010

Poemas variados

Hola chavales. Aunque la temática de la que trataban mis dos primeras entradas guardaran relación entre si (sociedad, felecidad, economía), no penseís que esto va a ser un tónica dentro de mi bitacora. Las entradas van a ser de lo más variadas, siempre enfocándolas en temas de interés general.

Simpre he querido ser un artista, pero esa intención está llena de dificultad para mí. A mi mente, que siempre le ha resultado fácil comprender los problemas de matemáticas, las fórmulas de química o física, no le resulta nada sencillo entender el arte, disciplina que requiere un enorme poder de creación y originalidad. Mejor explicado: he desarrollado mucho mi mente numérica o matemática, y ahora le cuesta mucho desarrollarse dentro del campo artístico.

Como no hay mejor manera de aprender que esforzarse en comprender, he estado leyendo algunos libros de poesía, novelas, fotografía, aprendiendo a tocar la guitarra y a hacer fotos, etc... y ahora, gracias a mi tozudez, estoy comprendiendo la mente artística, y lo que puedo empezar a ver es que el artista tiene intrinsico en su ser esa disciplina, como si fuese un diamante en bruto. Al principio es como todo, se deben ir puliendo las partes más reconocibles del artista; las debemos quitar el polvo para poder reconocerlas, de esa manera podremos descubrir la figura artística que se esconde detrás de cada uno y nos orientará a fijarnos nuestro método de creación propio.

Acerca de como hacer para desarrollar la mente artística o creativa no puedo decir mucho, eso es algo que yo me he saltado; nunca he leido libros pedagógicos sobre este tema, aunque si he leido cosas de los temas que me interesa desarrollar en mí. Algo que me han dicho que es esencial para aprender es compartir ideas con los demás (de ahi viene este blog). En el fondo creo que la creación solo sale de la inspiración, y para sentirse inspirado ahi que estar en calma y concentrado.

A continuación os muestro algunos poemas que he escrito para ver que os parecen:


***
Amanecer silencioso
El  silencio no responde,
Solo lo caya el horizonte.
El silencio de la noche que inunda
Océanos y continentes,
Que nos cubre con la funda
De fuertes llantos y tantas muertes.
Silencio inflamado,
En tus ojos reflejas rojizo
El crepúsculo conscientemente armado.
El silencio del hombre…
Nunca tanto ruido con silencio fue tapado.

Eduardo Pulido González

***
Amor lunar
Viéndome la luna
Mirándola por la ventana
Su luz me ilumina
De clara porcelana.
Imposible tocar sus destellos
Infinitos en los mares, en sus olas,
Aunque en la palma de la mano,
Inclinando la vista, ves como lo devoras.

Triste, melancólica,
Casada y sola,
El astro eólica,
Inmóvil va empuñando la ola.
Como Fernando Pessoa dice,
Me gustaría ser como la luna,
Que sobre todo se mide
Toda entera siendo solo una.

El satélite de piedra,
El cántaro de rio,
Observada desde la hiedra
En su fría noche. En los ojos míos.

Eduardo Pulido González

***

Poema de amor
Vivo en tus ojos que te salen del alma
Como me dicta tu consciencia desgarrada.
En pedazos que luego pegues en la cama
Recórtame, selva, entre tus sombras afiladas,
Y de tal forma pisa mi pie un nuevo día    
Para encaminarse otra vez a tu calma.  
Nos dedicamos palabras enredadas
Que se tocan como las hojas de nuestro alma,
Atrapadas en tu fino pelo negro,
Que hagan resbalar tu misteriosa mirada.

Mujer de pálido rostro, blanca luna,
Haces saltar el esfuerzo de todas las armas.
Te debo hablar con menguadas palabras,
Testigos silenciosos, tiernas compañeras de la cuna,
Que puedas oír desde nuestra almohada.
Has hecho que se duerma mi oscura noche
Arropándola con tu incomparable hermosura,
Y con tus gruesas patas de mujer labriega
Te ofreces enteramente a mí, ha todo tu pesar,
Generosa y dulce, para dar a luz la vida de ternura. 

Eduardo Pulido González
***
    Amor Joven
Sus cabelleras, oscuras lastimeras,
De sombras y luces con luces y sombras,
Giran que te giran falsas monedas.
Seducen los vergeles más vírgenes,
A las muchachas  con mucha honra.
Se confunden los machos sementales,
Seduciendo con sus luces a sus sombras

Nunca vistos la gracia con el genio
Ayer y mañana peleando como perros.
Solo se ven en las noches de sueños
Mezclando las esperanzas con los recuerdos.
Quiere olvidar que no puede olvidarse
Que el genio tiene gracia,
Pero la gracia es puro genio.

Eduardo Pulido González



     

lunes, 13 de septiembre de 2010

Un curioso problema

Muy buenas chavales. Como de costumbre he estado estos últimos días sumergido en la monotonía de mi trabajo y de mi casa, y también, cada vez que las obligaciones me han dejado un momento para mí, he estado leyendo algún libro, he visto alguna película, he quedado para tomar algo con algunos amigos o simplemente me he tumbado en la cama para dormir y descansar.


Una de las cosas que me han llamado la atención estos últimos días ha sido el planteamiento de un curioso problema matemático que me hizo un amigo, que en un principio me dejó la cabeza destrozada, ya que al empezar a encaminarme en las primeras hipótesis matemáticas que pudiesen explicarlo comencé a plantearme si las matemáticas no son tan puras y perfectas como en realidad lo son.

El problema en cuestión es este:

Tres comensales acaban de terminar de comer y se disponen a pedirle la cuenta al camarero del restaurante. Cuando este llega les informa que el menú esta a 10 euros y como en total entre los tres comensales han pedido tres menús, uno para cada uno de ellos, el camarero les informa que tienen que pagar 30 euros entre los tres. Los comensales educadamente se dirigen al camarero con los 30 euros, que se los dan y hablan con él para que les haga una oferta. El camarero les informa que antes de rebajarles la cuenta tiene que preguntárselo al dueño del restaurante y se marcha con él dinero. El dueño del restaurante al escuchar la petición que le transmite el camarero le dice a este que les descuente 5 euros de los 30 euros del total. Con esta información el camarero decide hacer con los 30 euros que le han dado, devolver 1 euro a cada uno de los comensales (es decir 3 euros en total), quedarse él con 2 euros que les tenía que devolver, y poner en la caja 25 euros. De esta forma los comensales se marchan contentos porque creen que se les han cobrado 9 euros por menú a cada uno, lo que hace un total de 27 euros, y se ha quedado 2 euros el camarero, de los 30 que inicialmente le dieron los comensales. Por lo que la pregunta sería que si de los 30 euros se han cobrado 27 euros y quedado 2 euros el camarero, sumando igual a 29 euros, ¿dónde está el euro que falta para llegar hasta 30 euros?

Antes de seguir leyendo os recomiendo seguir pensando un rato porque la solución es simple.

En si no es un problema, ya que tal y como se formula se hace pasar por un problema con una explicación matemática, pero al analizarlo detalladamente se comprueba que es un problema falso. La solución pasa por explicar porque es un problema falso, o la trampa del problema que le hace no tener solución. Lo primero pasa por aclarar que no se han cobrado 27 euros sino 25 euros, siendo la diferencia lo que se ha quedado el camarero. Lo segundo sería afirmar que la pregunta en todo caso sería: Si de los 30 euros que se llevó el camarero se han cobrado 25 euros y devuelto a los clientes 3 euros, ¿dónde están los 2 euros que faltan para llegar a 30? No podemos enfocar la pregunta sobre los 27 euros que creen los comensales que se han cobrado, porque los 2 euros que se lleva el camarero vienen de los 25 euros que en realidad son cobrados por el restaurante. Por lo que la pregunta final del problema viene dada de mezclar la realidad de los 2 euros que se queda el camarero de las vueltas de 5 euros, y la suposición que tienen los clientes de haber pagado al restaurante 27 euros, al recuperar 3 de sus 30 euros. Es decir, la pregunta mezcla dos conceptos matemáticos distintos que no son compatibles para explicarse uno al otro.